sábado, 24 de febrero de 2007

El vicio de Griselda

El tiempo pasa y el aburrimiento cada vez se hace mas grande.
Griselda hizo la promesa que no hiba a fumar dentro de la casa pero se ve que la rompio y esta empezando con el vicio otra vez.
Por estas últimas horas, fue la encargada de poner en juego la estrategia del teléfono, y lo hizo con altura, casi con pericia. Aunque no lo evidenció, no es fácil cumplir ese rol y ser conciente de que su decisión es “existencialista”, como pronunciaría Sartre: su obrar repercutió en el grupo y en la sociedad que sigue el ciclo.

Esa etapa de nervios debía ser canalizada. Y así fue. Mientras se encontraba en la galería con Leandro, la dama prendió un cigarrillo e intentó fumar. Por supuesto, de nada sirvió, no se la notó muy dúctil con el purillo.

La morocha de curvas pronunciadas deberá buscar otra alternativa para no comerse las uñas de los nervios.

1 comentario:

Leticia dijo...

Hola, tengo un blog sobre televisión y me gustaría mucho que entraras!!! Te dejo mi dirección:

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Muchas gracias y un saludo